El amor no es un sentimiento, los sentimientos son parcialidades que vienen y se van como las nubes en el cielo. Existe una confusión a cerca de lo que es “amor”, creyendo que es aquello que nos hace sentir bien y que mana de cierta persona como si de una fuente se tratase.
Lo cierto es que nosotros mismos proyectamos ciertos ideales sobre alguien y exigimos que se cumplan para poder amarle. Pero esto es algo parcial, un amor a medias. El odio también suele serlo, alguien pudo haberte ofendido y entonces crees que odias a esa persona, pero al siguiente día se disculpó contigo o simplemente cambió su actitud. Entonces de pronto ya puedes llevarte bien con él o ella, ¿dónde quedó tu odio entonces? ¿Dónde quedó tu amor cuando el otro dejó de ser la fantasía que elucubraste?
Si me preguntas a mí, te diré que prefiero a alguien que me odie profundamente, que me desprecie hasta la medula, en vez de alguien que me ame de forma superficial. Porque el que me odia profundamente de igual forma podrá amarme. No el superficial, ese sólo estará cuando estén la alegría y las hojas verdes que está buscando, pero cuando llegue el invierno y las hojas se sequen y las sonrisas ya no estén, esa persona también se marchará. Alguien que de verdad esté contigo lo está incluso en tus peores momentos y facetas.
Cuídate de los que no son totales, y eso te incluye a ti mismo.
